Miércoles 08 de diciembre de 2010 Yanet Aguilar | El Universal yanet.aguilar@eluniversal.com.mx No hay duda que Sor Juana Inés de la Cruz es figura emblemática de la literatura mexicana, pero poco se ha dicho que su obra marca el inicio de la literatura transgresora femenina en México. Al menos esa es la convicción con la que la investigadora Patricia Rosas Lopátegui conformó la antología literaria Óyeme con los ojos. De Sor Juana al siglo XXI. 21 escritoras revolucionarias, una profusa investigación en dos volúmenes sobre literatura de mujeres mexicanas. A partir de la vida y obra de la llamada “Décima musa”, la investigadora mexicana y crítica literaria conformó un panorama de 20 escritoras revolucionarias y transgresoras que han hecho cambios profundos en la vida cultural y artística mexicana de su época. Desde escritoras posrevolucionarias como Nahui Olin, Antonieta Rivas Mercado y Nellie Campobello, hasta Cristina Rivera Garza, Carmina Narro y Liliana Blum -las más jóvenes-, son creadoras que rompen con los parámetros establecidos por el canon literario. Para Patricia Rosas Lopátegui todas son transgresoras y revolucionarias, tanto en el contexto -porque el propósito del libro era celebrar el Centenario de la Revolución mexicana, entendida como la etapa de cambios profundos que hubo en la vida cultural y artística mexicana- como en su vida. |
CREADORAS. Rosario Castellanos, Antonieta Rivas Mercado, Ana Clavel, Sabina Berman, Elena Garro y Nelly Campobello, son sólo unos ejemplos de las autoras que rompieron con los parámetros establecidos por el canon literario (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL ) |
Estética de la ruptura “Todas ellas, desde Sor Juana hasta la más joven, Liliana Blum, son transgresoras y revolucionarias porque rompen con los parámetros establecidos por el canon literario y son creadoras que tienen la voluntad de imaginar y poner en marcha nuevas formas de ver la realidad. Son creadoras con un profundo sentido crítico de su realidad y que no hacen concesiones con el stablishment; son escritoras con una gran conciencia crítica y que ponen en tela de juicio todo el contexto que les toca vivir”, dice la biógrafa de Elena Garro. Lo afirma bien en el prólogo de esta edición el escritor Élmer Mendoza cuando dice: “Son veintiún escritoras revolucionarias, educadas para eso; autoras que estuvieron y están comprometidas con una estética de ruptura, que es la sangre con que la literatura mexicana debe nutrirse siempre, dado que nuestras letras tienden a convertirse en patrimonio social de una comunidad cada vez más ávida de lo suyo. Lo mismo la crítica, ya que no es un secreto que es más complicada la formación de un crítico que la de un escritor. Por eso son más escasos”. Impulsoras de cambios La autora de los dos volúmenes que incluye a otras narradoras, poetas, dramaturgas y ensayistas como Guadalupe Dueñas, Elena Garro, Guadalupe Amor, Rosario Castellanos, María Luisa Mendoza, Amparo Dávila e Inés Arredondo, Luisa Josefina Hernández, Elena Poniatowska, Beatriz Espejo, Silvia Molina, Sabina Berman, Estela Leñero y Ana Clavel, asegura que las 21 escritoras -incluida Sor Juana- son creadoras que están desmitificando y construyendo las nuevas maneras de ver y expresar la realidad en su trabajo con la lengua. “También desmitifican y construyen la realidad en las estructuras que utilizan en su obra, en los temas que abordan. Cristina Rivera Garza, por ejemplo, es una escritora desconstructora de parámetros obsoletos; Sabina Berman lo es en la dramaturgia. Cada una de ellas es transgresora por su conciencia crítica, por su análisis desconstructor, por su virtud de no hacer concesiones con el statu quo”, dice la autora. Revolucionarias en el sentido de que hacen cambios fundamentales en su papel como mujeres en la sociedad mexicana y como escritoras en el siglo XX. En ello radica el mérito de la antología publicada por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Para la autora, estas escritoras siguen luchando a través de su escritura contra esa sociedad misógina. “Eso quiero poner frente a los lectores, la contribución de las mujeres en nuestras letras”. Buena parte de ellas son escritoras que todavía están estigmatizadas por el contexto en el que vivieron, ante lo cual Rosas Lopátegui dice: “Vamos rescatándolas a todas y poniéndolas en el mismo contexto y relevancia”. Lectura obligatoria El libro del que Élmer Mendoza también dice que más que “una taxonomía, es un viaje. Desde el barroco profundo, sensual y sacralizado de Sor Juana, hasta la prosa fresca, atrevida y jabonosa de Liliana Blum”, tiene a Sor Juana como hilo conductor; su vida y obra entretejen todas esas voces femeninas porque “Sor Juana es la más revolucionaria de todas las escritoras; la literatura transgresora femenina comienza con ella, dice la autora, quien aspira a que la obra de estas mujeres transgresoras sea una lectura obligada entre los estudiantes. “La obra de muchas de ellas no se reedita, además tampoco forman parte de la lectura obligatoria de la secundaria, la preparatoria y la universidad en las clases de literatura mexicana, de seguir así no trascenderán, como sí lo han hecho Juan Rulfo o Juan José Arreola, los jovencitos saben quiénes son ellos porque son lecturas obligadas, pero pregúntales quién es Elena Garro, Luisa Josefina Hernández, incluso Rosario Castellanos. En ese sentido aún hay una gran desproporción genérica”, comenta la también profesora de la Universidad de Nuevo México. La antología tiene a Sor Juana como hilo conductor, ella es la primera y luego aparecen las demás de manera cronológica, por fecha de nacimiento. Todas abren con un epígrafe donde hablan de Sor Juana, luego hay una semblanza, una selección sobre su vida y obra creativa y un apartado titulado “Entorno a…” que incluye entrevistas, poemas, notas anecdóticas, reseñas y ensayos. Al final hay una bibliografía de la obra de la escritora y una más donde otros hablan sobre su obra. “No es una antología tradicional, quise incluir todo lo que hubiera de ellas para dar toda una cosmovisión, desde diferentes géneros, sobre cada una de las 21 escritoras. Mi propósito es que al terminar cada capítulo, el lector tenga una visión muy completa de quiénes fueron y son ellas”, dice la autora. http://www.eluniversal.com.mx/cultura/64367.html
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