Elena Garro y Carlos Alberto Madrazo, figuras olvidadas de 1968: Rosas LopáteguiCIUDAD DE MÉXICO (apro).- “Podemos o no estar de acuerdo en muchas cosas, pero es necesario el diálogo, la deconstrucción de personajes como Elena Garro y Carlos Alberto Madrazo. Son 50 años de que estos dos protagonistas de 1968 siguen en el olvido”, dijo Patricia Rosas Lopátegui, biógrafa de Garro, en vísperas del 2 de octubre en México. En entrevista con <strong>apro</strong>, contó el resultado de la charla-presentación que realizó el pasado 27 de septiembre en la Librería del Fondo de Cultura “Octavio Paz”, sobre su libro <em>El asesinato de Elena Garro, periodismo a través de una perspectiva biográfica </em>(UANL, 2015). En el acto, ella y los periodistas Virginia Bautista y Jesús Alejo Santiago discutieron la participación de la autora <em>de Los recuerdos del porvenir </em>(1963) en el movimiento estudiantil de 1968. A decir de la también biógrafa de Guadalupe Dueñas, el público fue diverso: jóvenes y adultos interesados en 1968; incluso, un par de exestudiantes del movimiento que expusieron sus experiencias. “Fue una audiencia variada, pero muy interesada y también conocedora”, comentó la profesora de literatura mexicana e hispanoamericana en la Universidad de Nuevo México, Estados Unidos. A decir suyo, la idea de la presentación fue “mostrar y recordar que los mitos que creó el poder, a través del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz y de la Secretaría de Gobernación para eliminar del contexto político a Carlos Alberto Madrazo y a Elena Garro, no son los reales”. Y explicó: “A mediados de 1968, cuando surge el movimiento, se le presentan dos fuerzas desestabilizadoras a Díaz Ordaz: el movimiento estudiantil y el madrazismo que apoyaba Garro. Ahí, Luis Echeverría es quien encuentra la manera de eliminar ambos movimientos y con ello, Díaz Ordaz se decide por él para el ‘dedazo’”. ¿Cómo lo logró?, se preguntó. Mediante “el descrédito, la difamación y el asesinato”, dijo. “Cuando Sócrates Campos Lemus declara que los principales instigadores del movimiento estudiantil fueron Madrazo, Garro y otros funcionarios, esa es la farsa que orquesta el poder para desacreditar. En el caso de Madrazo, su muerte se manejó con un ‘avionazo’ y ahí quedó eliminado en junio de 1969. “A Garro, mediante el descrédito y la difamación, pero no fue una traidora. Se crearon muchos mitos porque tenía una guerra con los intelectuales que no se atrevían a hacer una verdadera crítica al poder”, aseguró. Entre ellos, mencionó al poeta y escritor Octavio Paz, quien en ese entonces era embajador de México en la India y se puso a “disponibilidad” de Relaciones Exteriores, pero no regresó a México para solidarizarse con los caídos, sino que se quedó en Inglaterra y Estados Unidos dando conferencias y talleres sobre literatura y regresó en 1971 a dirigir la revista <em>Plural</em>. También nombró a Juan Rulfo, Fernando Benítez y Carlos Fuentes. “Los dos últimos decían ‘Echeverría o el fascismo’, cuando Echeverría era el fascismo”. Durante la charla también se leyeron algunos poemas del volumen <em>Cristales de tiempo </em>(2016), que rescata los poemas escritos por Garro y, lo más importante, a decir de Rosas Lopátegui: “Tener la oportunidad de presentar el volumen en la librería que lleva por nombre Octavio Paz es un indicio de apertura, hace unos años quizá no hubiera sido posible, pero estamos en el momento de la deconstrucción de mitos. Los medios, las redes sociales nos permiten ahora una mayor dialéctica y discusión para expresar puntos de vista. De eso se trató esa charla, de un diálogo, porque podemos o no estar de acuerdo, pero es necesario, son 50 años de que estos dos protagonistas (Madrazo y Garro) siguen en el olvido”, finalizó la escritora. <em>El asesinato de Elena Garro, periodismo a través de una perspectiva biográfica </em>(UANL, 2015), se puede encontrar en la librería del Centro Cultural de Educal “Elena Garro”.; Comentarios |