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Por: Patricia Cordero
14/06/2007

En el periodismo, la narrativa o la dramaturgia, la escritora Elena Garro (1916-1998) revolucionó las letras mexicanas, asegura su biógrafa Patricia Rosas Lopátegui.

Garro también incursionó en la poesía. Rosas Lopátegui afirma que las obras de este género, que aún permanecen inéditas, serán publicadas próximamente. “Cuando tengamos una propuesta adecuada, con una editorial que distribuya adecuadamente; no quiero que se quede en bodega.”

Si no se habían dado a conocer, abunda, es porque quizá Garro no pensó que su trabajo poético mereciera ser publicado. “Ella nunca se consideró poeta, sino cuentista, dramaturga y novelista, pero su poesía tiene un gran valor. Los textos son muy intimistas, con ese manejo del lenguaje maravilloso, bañado de metáforas”, explica.

Los primeros poemas datan de 1947, aunque Rosas Lopátegui cree que Garro pudo haber escrito poesía desde muy joven.

Garro dio a conocer su faceta como dramaturga en 1957, con las obras Andarse por las ramas, Los pilares de doña Blanca y Un hogar sólido. A medio siglo de este acontecimiento, Rosas Lopátegui organiza el Coloquio Homenaje a Elena Garro. 50 años de su dramaturgia, que realizan la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la Universidad de Nuevo México y la Appalachian State University.

“Fue una de las mejores dramaturgas por su fuerza expresiva. Su teatro es un conducto para la catarsis”, considera la investigadora Silvia Granillo.

El encuentro, que inicia hoy a las 10:00 en el Club de Periodistas, incluye mesas redondas, puestas en escena y presentaciones de libros sobre la vida y obra de quien fue esposa del poeta Octavio Paz, Nobel de Literatura en 1990.

La dramaturgia de Garro, a decir de Rosas Lopátegui, rompe con el teatro naturalista que imperaba en México en aquella época y que no era innovador.

La autora de La señora en su balcón, La dama boba y El rastro fue miembro del grupo de intelectuales que participó en Poesía en voz alta, junto con el recién fallecido director escénico Juan José Gurrola y el escultor Juan Soriano.

En el cuarto programa de este grupo estrenó sus obras de teatro, impactando al público con la magia y fantasía que caracterizaba a su literatura. “Para Elena el teatro es poesía, imaginación y experimentación. No trasplantó la vanguardia europea al contexto mexicano, sino que lo renovó y creó un estilo propio”, indica Lopátegui.

Otra sede del coloquio internacional es la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, donde el mañana, a las 18:20 horas, se presenta el libro El asesinato de Elena Garro. Periodismo a través de una perspectiva biográfica, de Rosas Lopátegui, el cual reúne el trabajo periodístico de Garro.

En el mismo recinto, pero el sábado a las 16:00 horas, Helena Paz Garro, hija de la dramaturga, recibirá un homenaje.

También se presentará la obra Los perros, el domingo a las 17:00 horas en el Foro del Taller de Teatro de la Biblioteca de México José Vasconcelos, en la Ciudadela, dirigida por Sandra Félix. El coloquio tendrá la participación de especialistas procedentes de Canadá, Alemania, Italia y Estados Unidos.

Rosas Lopátegui informó que busca reeditar las obras de Garro, pues muchas de ellas están fuera de circulación y deben ser conocidas por las nuevas generaciones.

http://www.nuevoexcelsior.com.mx/27_686.htm