Milenio Cultura


Afirman que la escritora no tenía “presencia para espiar a los intelectuales”
Elena Garro, entre la trampa y la sospecha

Su activismo político la hacían contraria al gobierno y a los círculos de poder.
La escritora Elena Garro, de quien se dice era muy antisocial y depresiva.

15-Julio-06


La escritora Elena Garro, de quien se dice era muy antisocial y depresiva.



Afirman que la escritora no tenía “presencia para espiar a los intelectuales”
Elena Garro, entre la trampa y la sospecha

Su activismo político la hacían contraria al gobierno y a los círculos de poder.
La escritora Elena Garro, de quien se dice era muy antisocial y depresiva.


15-Julio-06


Hay un informe elaborado por el FBI acerca del asesinato de John F. Kennedy, en el que se menciona a Elena Garro y se establece que la escritora se acercó a la embajada de Estados Unidos para contar que en una fiesta había conocido a Lee Harvey Oswald.

Ahí surgió el interés del editor Alfredo Herrera Patiño por la información resguardada en el Archivo General de la Nación (AGN) sobre Elena Garro y Octavio Paz, aun cuando confiesa que su interés está centrado en el Premio Nobel, porque prepara un trabajo acerca de su herencia como editor.

“Estoy en una investigación muy amplia sobre la edición en México y he seguido muchas pistas. Una de ellas es Octavio Paz, porque se nos olvida que era un gran editor. Además, la petición es parte de un mundo de solicitudes de información que ha hecho, sobre todo a dependencias culturales.”

El director del sello Verdehalago reconoce que le interesaba mucho más saber qué había investigado la Dirección Federal de Seguridad sobre Octavio Paz, que de eso no se sabe nada. Hay un expediente, hay datos de que lo vigilaban, pero hasta ahí.

“Mi investigación es sobre el medio editorial mexicano, pero esto también se ha vuelto en una indagación acerca del acceso a la información

Me desconcertó mucho que se hablara en el proyecto de resolución del contenido de la información. Yo presenté el recurso de revisión dado que no me entregaban, en la modalidad en que yo pedía, la información, pero el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) se pone a analizar y a dar el anuncio de que era informante, cuando en realidad el Instituto, siento, nada más debería de haber señalado la pertinencia de abrirla.”

De acuerdo con la resolución del IFAI, el AGN tiene 10 días hábiles para elaborar una nueva versión pública de la documentación solicitada y previo a su entrega al solicitante, el Instituto la verificará, para después de ello entregarla en el mismo plazo.

Luchadora social

En torno a la figura de Elena Garro se han construido infinidad de mitos, pero el más absurdo, a decir de la investigadora Patricia Rosas Lopátegui, es acusarla de haber sido espía para el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, cuando la escritora se distinguió por denunciar los errores y las atrocidades cometidas por las autoridades.

“Es absurdo e infame que se le levante esta calumnia. Hay cosas que no cuadran: Elena Garro estaba a favor de la política de Carlos A. Madrazo, por lo que no es lógico que se le acuse de ser espía de Díaz Ordaz. Después de la masacre del 2 de octubre, el procurador de justicia de aquellos días dijo que en media hora había desenmarañado el eran Madrazo y Elena.”

Entonces, se pregunta la autora del libro El asesinato de Elena Garro (Editorial Porrúa, 2005), si ella misma se sentía perseguida ¿por qué habría de ayudarlos? La escritora se señalaba como seguidora de Carlos A. Madrazo, quien estaba a punto de formar un partido de oposición al PRI, además que hubo un momento, entre 1959 y 1963, en que el gobierno mexicano le “pidió a Octavio Paz que sacara a Garro del país porque causaba muchos problemas.”

“La historia en relación a Elena Garro está muy mitificada y muy manipulada para eliminarla del contexto político mexicano, porque ella fue una figura que atacó constantemente el statu quo y al sistema político.

Me parece absurdo que se le acuse de espía, porque Elena fue una figura que atacaba al gobierno, que señalaba constantemente todas las atrocidades que se cometían en el campo y que se convirtió en una figura que molestaría mucho a los círculos del poder.”
Por ello, explica Rosas Lopátegui, se trataba de un personaje al cual había que desacreditar y sacar de la jugada.

Para el escritor Gustavo Sáinz, Elena Garro fue más bien víctima de la severidad de Octavio Paz y de su propia “educación clasemediera”. Si bien dio una serie de nombres, desde Leopoldo Zea a José Revueltas, en realidad se trataba de gente que estaba en boca de todos, pero no se puede decir que fuera espía de Díaz Ordaz.

“Ella no sabía nada más de lo que se podía leer en los periódicos. ¿Cómo podía tener información privilegiada? Ya no vivía con Octavio y como toda la intelectualidad se tuvo que dividir en blanco y negro, ella quedó del lado de los malos, y se sintió tan victimizada que huyó de México a Francia, lo que cuenta en Andamos huyendo, Lola.”

Después del 68 todos le dieron la espalda, porque se creía que atenderla era insultar a Octavio Paz. Entonces, recuerda Sáinz, ella desarrolló su prestigio literario casi en secreto. “Como diría Borges: le tocaron tiempos difíciles en los que vivir.”

“Era muy antisocial, depresiva, irónica, graciosa, dulce con aquellos que la querían. Pero no podía espiar a nadie.”

México. Jesús Alejo


http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=403340